Conforme el mundo cambia y cada vez utilizamos más Internet en nuestros dispositivos móviles, es cada vez más importante que proteja el suyo como si fuera su ordenador. Aunque no pueda parecer un gran problema gracias a la seguridad que ofrecen los smartphones hoy en día, recuerde que también se decía lo mismo de los ordenadores en los 80 y 90. Con el paso del tiempo, los hackers y creadores de malware comenzaron a centrarse en los dispositivos móviles, ya que se trata del método más rápido (con diferencia) para conectarse a Internet. Al igual que las empresas, los hackers y creadores de malware se dirigen donde va la gente. ¡Y un mundo lleno de usuarios de smartphones supone un montón de personas!
La respuesta es clara: ¡sí! El malware para smartphones e incluso iPhones lleva flotando por Internet desde hace varios años, y se ha extendido mediante las interconexiones masivas que producen por naturaleza. Los hackers recurren a medos como WhatsApp (con más de mil millones de usuarios activos al mes) para difundir sus virus con un éxito apabullante. Hacia finales de 2014, hubo un gran caso de propagación de malware asociado con una protesta en Hong Kong. El creador del malware había alcanzado a miles de ciudadanos del país asiáticos a través de WhatsApp. Los mensajes explicaban que se había creado una aplicación que actuaría como medio organizador para la protesta. Por supuesto, montones de personas mordieron el anzuelo. En realidad, la aplicación era un troyano camuflado para organizar una protesta aunque simplemente era malware.
Otro ataque a gran escala a iOS sucedió con «WireLurker», un malware muy inteligente que los usuarios jamás podrían saber que habían instalado. WireLurker alcanzó a muchos más usuarios de iPhone que el troyano de Hong Kong; se estima que unos 350 000 dispositivos fueron afectados. WireLurker funcionaba de la siguiente manera: primero infectaba a un Mac y se extendía mediante métodos más convencionales, camuflado como descargas o lotes (donde obtiene exactamente lo que esperaba descargar además de otro software, que en ocasiones puede ser malware). A continuación, se esperaba a que el iPhone se conectase al Mac para así infectarlo. A partir de ese momento, los dispositivos infectados eran susceptibles al robo de datos si el dispositivo infectado estaba liberado (muy común en la comunidad iOS, ya que es la forma idónea de deshacerse de las restricciones que Apple coloa en los iPhones, permitiéndole descargar e instalar aplicaciones personalizadas que necesitan la certificación de Apple. Suelen conseguir gratis aplicaciones de pago), y los peligros se acrecentaron. Sin la necesidad de un certificado de Apple, WireLurker podía descargar cualquier cosa que quisiera de su iPhone.
El mayor ataque a smartphones fue el malware Cyber.Police e ICE, una forma de ransomware móvil que afectó a más de 1,5 mil millones de dispositivos Android en todo el mundo. Este malware bloquea la pantalla del smartphone y muestra imágenes pornográficos; a partir de ahí, le indica al usuario que tiene 3 días para pagar un rescate. No puede desbloquear la pantalla sin realizar un reinicio de fábrica de dispositivo.
Este puede solucionarse con una protección móvil y de PC adecuada.